Es una rama que estudia a los individuos en su interacción
con los otros.
Han estudiado a las personas como individuos alejados del contexto social en el
que viven y su aprendizaje más
importante viene de los otros, sus motivos más significativos son sociales y
así sucesivamente.
Ser social es parte de la naturaleza humana. El psicólogo
social Elliot Aronson nos recuerda que
esta idea es una de las más antiguas en
la psicología. En el año 328 a.C. Aristóteles escribió “el hombre es por
naturaleza un animal social…...Cualquiera que no pueda llevar una vida común o que sea tan autosuficiente que no lo
necesite y que por ende no forme parte de la sociedad, es una bestia o un Dios”.
Los seres humanos
somos animales sociales. Disfrutemos de
la gente, la necesitamos y somos profundamente influidos por ella. De hecho, a
menudo nos comportamos un poco como la oveja en el rebaño. Es probable que nos
vistamos y actuemos como otra gente aunque no se nos pida que nos conformemos y
con frecuencia nos dejemos influir por los argumentos persuasivos de otras
personas, aunque sean ilógicos.
Los psicólogos sociales
estudian esas atracciones, necesidades e influencias.
No es suficiente
estudiar a los será humanos en aislamiento; debemos examinar la psicología del
individuo en el contexto de las situaciones sociales en la que vive. Para
entender plenamente a la gente, debemos ver como es
influida por su contexto social.
Para la mayoría de
nosotros, nuestras interacciones más importantes son con las personas que nos
agradan y a las que amamos. Nos gusta caminar, hablar y acurrucarnos con ellas.
Una vez que la atracción mutua conduce a una relación, la
probabilidad de permanecer en esa relación es determinada por nuestras
expectativas con las personas y por el equilibrio en la relación.
El proceso por el
cual los otros nos agradan o desagradan se basa en una combinación compleja de
las cualidades positivas y negativas que vemos en ellos.
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